Delegaciones de todo el país colmaron el Hipódromo González “Yvyraguy” en una jornada jinetera, música y sabor patrio.
En el marco de las fiestas patronales de San Juan Nepomuceno, ayer se vivió una de las jornadas más esperadas del calendario local: la gran Jineteada, que vuelve a confirmar por qué esta ciudad es cuna de tradición, coraje y alegría popular.
El Hipódromo González “Yvyraguy” fue escenario de un desfile de emociones. Desde tempranas horas, delegaciones de jinetes y asociaciones ecuestres de distintos puntos del país fueron llegando masivamente, con estandartes, atuendos típicos y una pasión que se siente hasta en el galope.
El evento no escatimó en calidad:
- El tradicional asado a la estaca, digno de aplauso y de segunda vuelta;
- Un sonido imponente a cargo de Mercury Sound, que puso el ambiente a punto;
- La energía contagiante de la bandita Santo Domingo, que hizo vibrar a grandes y chicos;
- Y el cierre estelar con la Agrupacion Santa Cecilia con su exito las Abejitas Chiquititas, que endulzaron la noche con ritmo y alegría.
“Esto recién comienza”, señaló el presidente de la comisión organizadora, Tony Silvero. También tuvo palabras de especial gratitud hacia los anfitriones de la jornada: la familia González, dueña del predio que generosamente abrió sus puertas para volver a integrar a la Jineteada dentro del marco de los festejos patronales y que sea una verdadera fiesta del pueblo.
La organización fue impecable: amplio estacionamiento, buena sombra para descansar, cantina bien surtida y grupos banditeros que pusieron el alma en el escenario.
San Juan Nepomuceno no solo celebra a su santo patrono. Celebra su identidad, su historia y su gente.